viernes, 31 de octubre de 2014

Amatista

La amante de los ebrios
  
 Amatista en talla hexagonal: 13,10 mm; 6.35ct

Variedad de cuarzo cristalino más valorizado. La amatista es transparente y/o translúcida De color púrpura a violeta de distintas intensidades, siendo la de color más fuerte (púrpura rojizo) y aterciopelado la calidad más apreciada. El color se debe a la existencia de centros de color producidos por presencia de hierro (Fe+2 o Fe+3) entre la estructura o red cristalográfica del cuarzo y a radiaciones naturales. Suele tener su coloración en bandas de color paralelas a las caras del cristal natural (bruto), puede formarse junto con los citrinos para formar cuarzo bi-coloreado llamado ametrino.

Amatista en talla pentagonal: 13 mm; 6,8ct

El color varía desde el lila muy claro a púrpura oscuro; repartidos casi siempre en bandas rectilíneas orientadas a las aristas del cristal o en manchas irregulares, debido, al parecer, a deformaciones reticulares causadas por la radiactividad del yacimiento, pero también por la presencia de vestigios de hierro como "activador". Dicha zonación de color no es fácilmente observable en la corona de la gema terminada. En las piedras en bruto el color puede aparecer sólo en los extremos de los cristales.

Amatista en talla cabujón: 14,75 x 13,55 mm; 11,7ct. Algunas amatistas tienen un color tan concentrado que parecen opacas y sólo muestran su verdadero color a contra luz.

El nombre viene de griego "Amethustos"; es curioso su significado etimológico: amatista quiere decir "no borracho", y por ello los antiguos creían que bebiendo vino en copas de este material podrían sustraerse a cualquier borrachera. Muchos otros serían también los poderes sobrenaturales de esta piedra: símbolo de serenidad, austeridad y santidad, tanto es así que adorna el anillo episcopal, no faltan, sin embargo, como contrapartida, creencias y supersticiones menos amenas.


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miércoles, 15 de octubre de 2014

Citrino



“Cítrica” y dorada experiencia gemológica.

Variedad de cuarzo: Sílice cristalina (fenerocristalina): cristales a menudo bien definidos; después de su gran hermana la Amatista (de color morado a lila) es la forma cristalina del óxido de silicio más apreciado en gemología, maravillándonos con tonos dorados al “limón”: el color va desde un ligerísimo amarillo paja hasta un amarillo oro claro, y también, en algunos casos, amarillo anaranjado. La gama de colores va de amarillo pálido a marrón amarillento y rojo “Madeira”, llamado así por el color del vino del mismo nombre. En todo caso, su coloración se debe a la presencia de óxidos hidratados de hierro trivalente en forma coloidal y se presenta libre de colores grises pero con mezcla de bandas ahumadas, las cuales están frecuentemente presentes. La denominación “ahumado” se suele dar, por otra parte, a las amatistas de mala calidad que, una vez hayan sido tratadas térmicamente, presentan esta coloración oscura a un rico marrón rojizo.
  
Citrino oval (10,1 x 8,6 mm; 3,15ct)

Como la mayoría de citrinos son en realidad amatistas que se han calentado para conseguir ese color dorado, debe procurar evitar la exposición prolongada de la joyería de citrino a luz o calor intensos. Tomando esta precaución, la joyería de citrino durará muchas generaciones.  El citrino está disponible con facilidad, es muy asequible en grandes tamaños y muy resistente al uso diario. Esta gema se puede confundir fácilmente con el topacio e incluso se ha llegado a llamar “cuarzo topacio”. Esto es incorrecto y es algo con lo que hay que tener cuidado.
  

Diferentes tonos del citrino: amarillo-castaño oscuro (izquierda) o amarillo claro muy diluido (derecha) 9,45 – 9,35 –  8,45mm; 3,60 – 3,15 –  2,55ct

La búsqueda de este material, que de siempre se vende como "topacio", por el solo hecho de asemejarse a esa piedra mucho más costosa en el mercado, ha sido importante en todo tiempo; para satisfacer esta demanda se ponen en circulación, además de los citrinos naturales (más bien raros y de coloración poco definida), también, y sobre todo, cuarzos de bello color madera intenso hasta un rosa granate, obtenidos calentando, con las debidas modalidades, la amatista brasileña o, incluso, el cuarzo ahumado. Esto es de tal modo que el comprador incauto puede poseer un "topacio" que, además de no ser tal, no es ni siquiera un cuarzo de coloración genuina, sino una refinada sofisticación.






lunes, 6 de octubre de 2014

Ametrino


Una relación gemológica incestuosa.

Cuando un mismo cristal de cuarzo presenta la coloración de la amatista (violeta) y el citrino (amarillo), ambos variedades gemológicas por sí mismas, recibe el nombre de ametrino; por tanto hace parte de los llamados “cuarzos bicolor” y su coloración puede ser natural o artificial. En el comercio, sobre todo en Bolivia, suele dársele el nombre de  “bolivianita’’ debido principalmente por encontrarse junto con la variedad de amatista y citrino que reciben este nombre: amatistas de color morado claro a malva y citrinos cuyo color son denominados “lagrimas color miel” que se encuentran en dicho país.

 Ametrino (lapidado) 59x18 x 16,2 mm; 114,9 ct; Brasil

Tanto la amatista como el citrino son cuarzo cristalino coloreado por la presencia de óxidos de hierro, la diferencia radica que en el último este óxido es hidratado y en ocasiones en la primera sus diferentes tonos violáceos se debe también a radiaciones naturales. Es decir, que el ametrino se da gracias a la unión de estas dos gemas hermanas e íntimamente relacionas entre sí. Apareció por vez primera en 1980 y desde entonces se ha convertido en un material atractivo para ser lapidado. 

Ametrino (en bruto) 41,1 x 24,6 mm; 87,95 ct; Bolivia

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jueves, 2 de octubre de 2014

Amatista “Rosa de Francia”


Hija de publicistas.

Amatista muy clara que en un tiempo fue considerada de baja calidad y que en la segunda mitad del siglo XX (principalmente) ha despertado un inusual interés por el intenso mercadeo en programas de TV y la ingeniosa estrategia de los publicistas de llamarla “Rosa de Francia”. Para algunos expertos estas gemas de color muy diluido tienen un gran atractivo sólo cuando tiene una talla fantasía: el trabajo artístico del lapidario es más sobresaliente que el material mismo. 
Anillo con “Rosa de Francia” lapidada en talla esmeralda o escalonada.

También conocido como “amatista lavada”, es mucho más clara en color que la amatista. Entre todas las variedades de sílice cristalizada, la amatista es, sin lugar a dudas, la más apreciada, y por ello, junto con el cuarzo citrino, es la más buscada en el mercado. Ahora los tonos claros de estas piedras no suelen cortarse como gemas, aunque si fueron muy populares en tiempos de los griegos y los romanos hasta bien entrado el Medioevo como lo atestiguan los retablos y encuadernaciones de esté periodo histórico realizados con oro e incrustaciones de gemas, entre ellas “Rosas de Francia’’

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