La amante de los
ebrios
Amatista
en talla hexagonal: 13,10 mm; 6.35ct
Variedad de cuarzo cristalino más valorizado. La
amatista es transparente y/o translúcida De color púrpura a violeta de
distintas intensidades, siendo la de color más fuerte (púrpura rojizo) y
aterciopelado la calidad más apreciada. El color se debe a la existencia de
centros de color producidos por presencia de hierro (Fe+2 o Fe+3)
entre la estructura o red cristalográfica del cuarzo y a radiaciones naturales. Suele
tener su coloración en bandas de color paralelas a las caras del cristal
natural (bruto), puede formarse junto con los citrinos para formar cuarzo
bi-coloreado llamado ametrino.
Amatista
en talla pentagonal: 13 mm; 6,8ct
El color varía desde el lila muy claro a púrpura
oscuro; repartidos casi siempre en bandas rectilíneas orientadas a las aristas
del cristal o en manchas irregulares, debido, al parecer, a deformaciones
reticulares causadas por la radiactividad del yacimiento, pero también por la
presencia de vestigios de hierro como "activador". Dicha zonación de
color no es fácilmente observable en la corona de la gema terminada. En las
piedras en bruto el color puede aparecer sólo en los extremos de los cristales.
Amatista
en talla cabujón: 14,75 x 13,55 mm; 11,7ct. Algunas amatistas tienen un color
tan concentrado que parecen opacas y sólo muestran su verdadero color a contra
luz.
El nombre viene de griego "Amethustos"; es
curioso su significado etimológico: amatista quiere decir "no
borracho", y por ello los antiguos creían que bebiendo vino en copas de
este material podrían sustraerse a cualquier borrachera. Muchos otros serían
también los poderes sobrenaturales de esta piedra: símbolo de serenidad, austeridad
y santidad, tanto es así que adorna el anillo episcopal, no faltan, sin
embargo, como contrapartida, creencias y supersticiones menos amenas.
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