MINERÍA – Minería de las gemas

Extravagantes procesos de "explotación minera" 

Seguramente cuando pensamos en la explotación de las piedras preciosas nos imaginamos maquinaria pesada, alta tecnología… Y no muy lejos de la realidad están dichas ideas, pero debido a la gran variedad de materiales a los que el ser humano culturalmente le ha dado el valor de gema, tenemos que considerar métodos de producción insólitos para nuestro conocimiento y comprensión, siendo éstos precisamente la materia central del presente artículo.

La gran mayoría de las gemas son minerales, que suelen encontrarse en el suelo o subsuelo extrayéndose mediante “las minas de nuestra imaginación”. Las de origen animal (pieles, cueros, colmillos, etc.) por una cuestión de ética y moral están en desuso en nuestra civilización, por lo tanto, productos de la caza y pesca nos proporcionan materias primas para la gemología; el marfil es el gran representante de este tipo de material gemológico, proveniente de elefantes, cachalotes, morsas, entre otros animales. Oportuno es mencionar aquí los fósiles utilizados como gemas y que basta con “recogerlos”, desempolvarlos y en ocasiones desenterrarlos.

El ámbar del Báltico y centro América, los dientes de megalodonte de Perú y Chile, amonitas canadienses, el azabache, son buenos ejemplos de los fósiles provenientes de animales y plantas que se extinguieron hace millones de años y que hoy en día mediante el proceso de fosilización (y mineralización, en ocasiones) se nos presentan con cualidades y calidades gemológicas. No olvidemos los procesos geológicos y físicos al que debieron ser sometidos para ser las gemas que son hoy en día: fueron producidos por un animal o planta, de ahí estuvieron en una intemperie, fueron arrastradas por vientos y aguas, enterradas en un subsuelo sometidas a unas presiones y temperaturas, sumando el tiempo y las condiciones químicas necesarias que aquellos "elementos orgánicos"se conviertan en gemas de forma muy similar al que los hacen los minerales: diamante, corindón, berilo... 

Uno de esos métodos de producción de gemas que pueden considerarse insólitos para nuestra imaginación, es el “cultivo de una ostra” con el propósito de producir una de las gemas que nunca pasaran de moda: la perla. Legendarios son ya los cultivos de perlas del "lejano oriente", aunque raro ya no es encontrarnos este tipo de "explotación gemológica" en mares del todo el Mundo y algunos lagos de agua dulce importantes. La “pesca” y el buceo son otros métodos de producción de una gema insospechable para muchos; este es el caso de moluscos como el spomdylus y otras ostras con valvas nacarado o perlado de Ecuador y Perú, apreciados desde tiempos anteriores y posteriores al Imperio Inca, llegando a tener en esta época incaica de la historia andina un valor superior al oro. 

Otro proceso de “minería” que no se nos pasaría por la cabeza a la mayoría de nosotros, es la de sembrar y cultivar especies vegetales con fines e intereses dictados por la gemología. La tagua ('marfil vegetal") y otros frutos tropicales nos dan fe de esta conducta humana de sembrar plantas y recoger frutos para obtener un material gemológico.  Siendo esta  “minería agrícola” la que podemos considera plenamente sustentable y amigable con el medio ambiente: promueve la conservación y reforestación, todo lo contrario a la minería tradicional y convencional alimentadas por técnicas industriales nocivas para el medio ambiente cuando no se ejecutan apropiadamente los proyectos mineros que nos proporcionan los materiales nobles utilizados en gemología.

Para terminar este artículo y no la larga lista de “formas de minería insólitas” son las que nos proporcionas la gemas sintéticas y artificiales, en las primeras tratando de emular a la naturaleza y en la segunda inventando o aprovechando materiales hechos por el género humano para satisfacer necesidades gemológicas.

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