LAS IMITACIONES DE LAS GEMAS
Desde tiempos remotos el hombre a tratado de emular con diferentes métodos a las gemas; es así como en el Periodo Predinástico Egipcio (4000 a.C.) se teñía esteatita de azul o verde para imitar turquesa. Muchos siglos más tarde (alrededor del 2500 a.C.) se aprendió a fabricar y colorear el vidrio, que ha sido, desde entonces, la imitación de gema más usada.
Hay que diferenciar entre gemas tratadas, gemas compuestas que son materiales de origen natural pero que ha sufrido un cambio voluntario para imitar gemas de mayor aprecio; las gemas sintéticas, las cuales poseen la misma composición y propiedades físicas que sus homologas naturales y utilizadas para sustituir en ocasiones a otras gemas de composición química totalmente diferente, de los materiales sintéticos que tienen la apariencia de gema y de los cuales nos ocuparemos en este artículo.
Como ya se dijo, el material más usado para remplazar a las gemas es el vidrio, pero también es fácil encontrar el plástico, acrílicos y resinas, entre otros, haciendo este trabajo. Pero sin duda alguna el que mejor imita a las gemas es el vidrio debido a que muchas gemas presenta el mismo brillo, transparencia y color que éste, pero su gran diferencia radica en aspectos físicos como su dureza, peso específico, índice de refracción, dispersión, pleocroísmo, etc. y en el bajísimo precio que tiene respecto a las gemas.
Antecedentes históricos. El vidrio artificial se usa desde hace unos 3500 años, pero paradójicamente la composición ha variado muy poco desde los antiguos a los actuales de botella, aunque los de antes eran más turbios y con impurezas. A lo largo de los siglos poco cambió la fórmula del vidrio, hasta que a finales del XVII en Inglaterra, junto a los óxidos alcalinos se les añadió óxido de plomo, con lo que lograron vidrios mas pesados, mas claros, mas brillantes, mas fáciles de cortar y tallar, y que dieron la fama a los vidrios ingleses. A finales del siglo XVIII se obtuvieron, en Suiza, vidriosópticos de gran homogeneidad y limpieza.
Composición y tipos de vidrios artificiales.
Vidrio cálcico o vidrio Crown. Está compuesto por sílice, potasa, sosa y cal: SiO2, K2O, Na2O y CaO. Es el vidrio corriente, de botellas y ventanas y el utilizado para malas imitaciones de gemas (Paste). Sus constantes ópticas son las más bajas de todo el grupo de los “vidrios de plomo”, o vidrios flint, de alto poder dispersivo.
Vidrio de plomo o vidrio Flint. Son vidrios en los que PbO sustituye en mayor o menor grado al CaO: contiene un alto porcentaje de óxido de plomo, sosa o potasa y, algunas veces, compuestos de talio. La función del talio y del plomo, es la de aumentar la dispersión y el brillo. Es el más importante desde el punto de vista gemológico: es el utilizado para buenas imitaciones de gemas (Stras) o para el refractómetro.
Vidrio Crown borosilicatado. Llevan parte del SiO2 sustituido por ácido bórico, teniendo mucha mayor dureza. Se utilizan para aparatos de laboratorio.
Vidrio opal. Son blandos y opalinos por llevar fluoruros añadidos a los Crown corrientes.
Vidrio de sílice. Cuarzo fundido, con propiedades isótropas.
Vidrio de berilo. Berilo fundido con diversos óxidos para darle color: de cromo, verde; de cobalto, azul; de neodimio y praseodimio (didimio), púrpura, etc.
En general, los vidrios se presentan en todos los colores y son fácilmente distinguibles por su carácter isótropo, su peso específico muy distinto, por lo general, del de las gemas a la que imitan y su índice de refracción, que oscila entre 1,44 y 1,70.
Vidrios de índices mayores son demasiado blandos para su utilización como imitaciones de gemas. Observados a la lupa binocular, los vidrios suelen presentar burbujas y líneas de flujo, que los identifican rápidamente como productos artificiales.
Las imitaciones de las gemas pueden estar hechas con vidrio de pedernal, al que a veces se cubre con plata la parte de atrás para aumentar el brillo. Desde la II Guerra Mundial, los plásticos coloreados han reemplazado el vidrio, sobre todo en las joyas de fantasía o bisutería. El plástico es más barato, se moldea con más facilidad y es más ligero. Por todo lo dicho anteriormente, el vidrio imita a un gran número de gemas y es lo que más frecuentemente encontramos en el mercado, incluso vendidos por grandes empresas y profusa publicidad en ocasiones engañosas.
Durante el siglo XIX, las perlas artificiales se fabricaban soplando en granos huecos de vidrio y vertiendo en su interior una mezcla de amoniaco y de materia blanca extraída de las escamas de pescado. Un tipo mucho mejor de perla artificial, el abalorio indestructible, fue introducido poco después de 1900. Se hace de vidrio macizo con un agujero estrecho para que pase el hilo. En el exterior se aplica esencia de perla, consistente en escamas molidas de arenque, y se cubre con una laca transparente e incolora.
Plásticos.
Sustancias sintéticas, por lo general parecidas a la resina, susceptible de ser moldeada por efecto del calor o bien por presión. Posee unas aplicaciones crecientes, de alcances casi inimaginables, en la industria y en el comercio, y su uso es también cada vez mayor como material de imitación de gemas.
Los plásticos son malas imitaciones, aunque frecuentes, de ciertas gemas. El primer plástico fue el celuloide o plástico de celulosa. Posteriormente aparecieron la bakelita (resina de fenol-formaldehído), el plexiglás (resinas de metil-metacrilato), las resinas de poliestireno y las de cloruro de polivinilo; otros son: Beetle, Beetle Melanina, perspex, etc. En gemología los plásticos se clasifican en dos tipos:
Plástico tipo rígido. Aquellos que, al ser moldeado a altas presiones y a elevadas temperatura, no pueden volverse plástico una vez formado. Figuran entre éstos el Furmaldehido de fenol (Bakelita), el formaldehído de urea (Bakelita), y la caseína.
Termoplástico. Los que se convierten en plásticos al ser calentados y son relativamente rígidos a temperatura ambiente, pero se vuelve plástico nuevamente si son calentados otra vez. Entre estos están el nitrato de celulosa, acetato de celulosa (celuloide inflamable), metil metacrilato (perpex), y el poliestireno. El poliestireno es un material plástico que se obtienen por la polimerización del vinil benceno. Es soluble en líquidos hidrocarbonatos, como el bromuro y el benceno.
Material acrílico utilizado como gema y circón (derecha superior)
El acetato de amilo o la acetona sirven para identificar o “descubrir” ciertas imitaciones de gemas hechas con plástico celulósico, a los cuales emblandece. Los plásticos se reconocen con facilidad por su baja densidad, sus bajos índices de refracción y su baja dureza. Como excepción pueden citarse ciertos plásticos de bakelita, caseínicos, acrílicos, etc. que se emplean para imitar el ámbar. En este caso el plástico suele ser más duro y denso que la propia gema. Con un punzón caliente los plásticos emiten olores no resinosos. Además, los plásticos son sectiles, y el ámbar es frágil. También se emplean plásticos para imitar la turquesa, el lapislázuli, los corales, las perlas y el marfil.